Un Domingo cualquiera

Mis domingos son espejos sin nada que reflejar. Hace no mucho cobraron un nuevo sentido, es cierto, pero también debo decir que hay domingos en que uno debe acudir a sus obligaciones sin más que algo de música, una bebida (fría, tibia o caliente, dependiendo de lo que más nos llene el alma) y un lecho cómodo donde apoyarse, en mi caso algo así como una pista de aterrizaje.
Así fue, Play, Bloc Party, A Weekend in the City, un disco que, particularmente, disfruto muchisimo (no parece ser esa la opinión generalizada). Es que mi amigo Caleb, cantante de Volleyball, me anunció la edición argentina del disco en cuestión, con lo cual, mientras me bañaba, decidí rápidamente volver a enamorarme de esas canciones. En definitiva el sonido fue una grata compañia. La lógica (formal o informal) no es algo que me apasione completamente, ni mucho menos, sus textos me son ajenos, como en este momento. Pero de eso se tratan los domingos, hacemos cosas de las que no estamos orgullosos, ni tampoco disfrutamos. He ahí la esencia de tan fatídico día, sucio, enmarañado, disperso, frío, solitario, desdibujado. Los adjetivos parecen no tener fin en un día que efectivamente no tiene final. Es cuestión de abrir los ojos para sentir una atmósfera completamente diferente. Todavía frescos los recuerdos de la noche anterior, uno se dispone a hacer frente a la penosa carga que implica sobrellevar un domingo hasta el final. No hay nada que pueda funcionar como consuelo alguno, ¿lo peor? sí, hay algo peor, mañana todo tendrá olor a lunes y yo no sé donde me voy a esconder. O sí. En verdad, gracias a quien hace que los domingos puedan transformarse en el más hermoso de los recuerdos.

3 comentarios:

eduardo dijo...

genial lo que decis de los domingos.... pienso lo mismo y los exorcizo viendo peliculas una manera de vivir otro tiempo, otro lugar...

segui asi que vas genial.,..

Anónimo dijo...

Como suele suceder, lo primero que vi al entrar fue la foto de Domingo Faustino. (A uno por ahí se le pianta un lagrimón cuando ve a alguien que verdaderamente valorizaba la educación del soberano, pero no viene tanto al caso).

Sí, los domingos suelen ser aburridos, a menos que por ahí tengas a alguien a quien invitar a tu casa para ver alguna peli.. (¡Y si te besa en la boca mucho mejor!).

Digan lo que digan, el domingo es un mal necesario.

Siga para adelante, amigo Paisano.

Anónimo dijo...

DE NADA PAI, FALTABA MAS! (AH EL TIPO SE TOMABA TODO PERSONAL, ENSIMA TENIENDO EL LINK)

tenes razón lo de los domingos, hay que evitar el suicidio (???)

se viene la hora delllll CU-CU-CU-CURIOSIDATOOOOOO!

SABIAS QUE?
sabias que el domingo es el día en que más jóvenes se suicidan? (SIC)


sorprendente, eh?

yo te juro que leo lo de tu blog (?) y me gusta, pero perdón, no puedo hacer comentarios serios e inteligente. NO PUEDOOO!