Siete veces siete

Me gusta la escala de grises en la que vivo. Me hace sentir cómodo.

Nada es lo que parece ser, no al menos para el ojo carente de imaginación y sensibilidad. Todo da la sensación de engendrar una u otra identidad. No, no es así. Algunos de nosotros nos entretenemos buscando ese camino que no está contemplado en las opciones que nos ofrecen a la entrada. Hoy no pienso ver la actuación de Madonna en el Live Earth, no me hace falta. Me cae bien, incluso puede llegar a gustarme alguna canción suya, pero no es algo que mi identidad me reclame. Prefiero buscar, sin pena ni gloria, la performance de Bloc Party (que nunca van a pasar) o incluso de los mismos Smashing Pumpkins . Son un poco más marquetineros, quizás los pasen, pero si empieza The Police listo, Ating se sale con la suya. Un ejemplo más, un ejemplo menos. Todo gira alrededor de lo mismo. Por suerte tengo mejores cosas que hacer, no me preocupan ciertos detalles ínfimos. Lo tengo decidido, hoy voy a lavar la pila de platos que dejé en la cocina y después Foucault me va a enseñar un poco sobre la interpretación. Para el final lo mejor: la noche y la mejor de las compañías hacen su aparición. Tengo ganas de hablar, de lo que sea, de quien sea, simplemente ganas de hablar y viajar con las palabras. Sí, soy de los de ese tipo, lso que yo llamo fundametnalistas de la palabra, no me quejo, es una cuestioón de elección y me gusta. Me siento cómodo, del otro lado hay alguien que me escucha.