La música como acontecimiento




Ya no hay nada que Animal Collective no pueda hacer para seguir sorprendiendo a quienes se aventuran a escuchar su música. Parece casi un axioma pero no es más que un razonamiento puramente deductivo. Gracias a ellos, los primeros días del último enero estuvieron signados por la aparición de uno de los discos más importantes de los últimos años, Merriweather Post Pavillion. Apenas once meses después, en el último tramo de 2009, la banda más distintiva de la música de este nuevo siglo volvió a ser noticia con Fall Be Kind, su nuevo y no menos trascendental EP. Todo en menos de un año. Como si el tiempo fuese una variable inexistente, como si la música surgiera de la nada.

Asimismo, y en menos de una década, Animal Collective ha abordado terrenos inimaginables para muchos artistas. Sin prejuicio alguno, la música tribal, la electrónica y las armonías vocales han encontrado su lugar en la amplia discografía del grupo. Ochos discos, cuatro EP’s y un álbum visual a estrenar a principios del año que viene son el increíble saldo de apenas diez años de carrera. Ya no quedan dudas, ese camino recorrido es, también, el reflejo de un instinto de inquietud en apariencia incontrolable. Un instinto que, además, propone una relectura de cierto status-quo asociado a la industria de la música a partir de la edición constante de nuevo material y el desconocimiento de los supuestos ciclos de circulación (edición-promoción-gira) propios del negocio.

Pero, además, con un disco editado al año como mínimo, el grupo vuelve a dar significación a la relación entre artista y público, es decir, al aspecto intersubjetivo del arte. En un diálogo constante, artista y público se retroalimentan y son parte de un mismo flujo comunicativo y creativo. Como consecuencia, la música deja de ser un producto material -sonoro- y se transforma en el fundamento de un auténtico vínculo socio-estético. Concretamente, Animal Collective ha logrado reestablecer la idea de música como acontecimiento. No acontecimiento en el sentido espectacular del término, no como un despliegue de recursos para llamar la atención ni como la pura demostración de un hecho vacío de significación. Acontecimiento como sinónimo de expectativa, de adrenalina y, por supuesto, de euforia asociada a la existencia de un algo difícilmente pensable que finalmente ha llegado para marcar un antes y un después.

Esta sensación de perplejidad y asombro casi constante es un capital pocas veces logrado por un artista en el ámbito de la música popular. De hecho, dejando de lado ciertas comparaciones que puedan resultar desacertadas, puede afirmarse que Animal Collective es una de las primeras bandas que, luego de los Beatles, es capaz de generar una auténtica instancia de recepción, interpretación y devoción colectiva en aquellos que esperan cada nueva entrega de su música. Seguramente no se trata del mismo fenómeno en términos comerciales o noticiosos, sin embargo, en el plano estrictamente musical, los sucesivos cambios de dirección disco tras disco, la no existencia de límites a la hora de pensar la composición y, en definitiva, la creación de un mundo propio capaz de establecer nuevos sentidos colectivos -incluso, generacionales-, dan cuenta de un proceso al menos similar en términos de trascendencia y revolución estética constante.

Por eso, y a partir de este contexto de valoración histórica, el último EP de Animal Collective supone también un nuevo logro autoral. Después del disco más exitoso de la banda, podía esperarse un hiato que diera lugar a una renovación lógica dentro de los términos del grupo. Sin embargo, cinco canciones de la misma época de Merriweather Post Pavillion dan cuenta de que esa renovación es algo cotidiano para la banda. A pesar de haber sido concebidas en un mismo momento, las canciones que integran Fall Be Kind parecen estar gobernadas por otras intenciones, con la electrónica como un elemento residual y con las armonías vocales como protagonistas absolutas de cinco auténticos relatos auditivos de alta definición.

Díficil pensar en alguna de estas piezas por sobre las demás. “Graze” y “What Would I Want? Sky” dan forma a la primera parte del disco con una estructura similar: una introducción extensa, lentamente direccionada hacia una nueva sección basada en un sampleo loopeado que cambia rotundamente el espíritu de la canción. En ambas, se observa la mixtura de recursos -tiempos compuestos, estructuras armónicas superpuestas- como un elemento más en el andar mismo del proceso creativo. En consecuencia, las dos canciones parecen haber sido construidas paso a paso, a partir del ejercicio colectivo de la improvisación y sin ningún condicionamiento interno. Y como si fuera poco, ambas producen la misma sensación: se hace imposible dejar de tararearlas.

Por su parte, la hipotética segunda parte del EP está compuesta por tres piezas que comparten poco entre sí pero están conectadas de manera casi natural. En un corte con las dos primeras canciones, “Bleed” supone un in crescendo contemplativo que lentamente se apaga para dar lugar al comienzo de “On a Highway”, la cual es, seguramente, una de las canciones más melancólicas del grupo a pesar de una sección intermedia cargada de ritmo. Finalmente, como una especie de resumen entre los distintos momentos del disco, “I Think I Can” reúne elementos presentes en cada una de las canciones anteriores -contemplación, sampleo loopeado, estructura rítmica fundamental, armonías vocales irresistibles- y termina siendo el gesto unificador de un disco preciso y contundente en su heterogeneidad. En definitiva, igualmente sorprendente y nuevamente fundamental. Como cada disco de Animal Collective.

Por eso, si algo queda claro después de este 2009 es que el de Panda Bear, Avey Tare y Geologist es un camino en apariencia infinito. Su ruta sigue siendo la de la creatividad y eso queda demostrado en las dos obras editadas por el grupo durante este año. Es más, como si se tratara de una manipulación intencional de las coordenadas de tiempo, 2009 vio la luz con Merriweather Post Pavillion y parece cerrarse bajo la sombra de Fall Be Kind. En ambos casos, una nueva obra a cargo de Animal Collective se transforma en un suceso de alto impacto para un público dispuesto a entregarse a una nueva experiencia. Pero lo que se escucha es sólo una parte del verdadero acontecimiento. Un acontecimiento en el que la música va más allá de sus límites materiales y se convierte en un lugar de reunión, en una instancia de debate y en el fundamento de un poderoso vínculo colectivo. En definitiva, en una de las más genuinas formas de ser y estar en el mundo.

Juan Manuel Paironehttp://counters.gigya.com/wildfire/IMP/CXNID=2000002.0NXC/bT*xJmx*PTEyNjExNTU5MDE1NjImcHQ9MTI2MTE1NzA*NTU2MiZwPTE4MDMxJmQ9Jmc9MSZvPTJkMWFlZjA1NjU3ZjQ1ZDliMjU*OGU5ZDFmNWUxMDg1.gif

15 comentarios:

Anónimo dijo...

DSFHWRIWEIRUWR ANIMAL COLLECTIVE ME RE CABEEEEEEE

may dijo...

animal collective fue de esas bandas que "valieron la pena haberlas conocido en el 2009" y no se yo antes solia firmarte cuando tenia el otro blog y hola

lala ~ dijo...

en el arte de tapa no veo mucho vínculo socio-estético (?).

la posta, me cabe (muchísimo) el concepto de acontecimiento, porque, si bien hay bandas como esta que pueden lograr convertir esos "sentimientos/sucesos/etc"(?) -por llamarlos de alguna forma- del acontecimiento en un concepto musical, yo al menos siento este término de acontecimiento cuando me encontré con las bandas que me marcaron, que me abrieron la cabeza a mundo totalmente distinto que no creía que existiera. y hasta el día de hoy ando en busca de toda esa música. al menos, para mi, el sentido de la música y toda su interpretación es el mismo acontecimiento. así que qué copado que alguien haya puesto en una oración cosas demasiado difíciles de explicar (y acá es cuando me decís "en realidad quise decir otra cosa"; igual aunque capaz nada de esto tenga sentido entendí qué quisiste decir, sólo que me colgué y en mi cabeza juro que tuvo sentido(?)).

cada día sigue asombrándome más que los beatles hayan empezando donde empezaron y hayan terminado donde terminaron. por eso, al ser tan distintos los fenómenos me parece zarpada la comparación.

justo estoy escuchando "what would i want? sky", y es tan terriblemente acertado cómo las describiste, que me da miedo (?).
esta banda parece varias bandas juntas en cada canción (?), es como si sus miembros fueran totalmente diferentes, uno es el melanco, otro el de los ritmos pegadízos y el otro fan del electro (?). chiribin chiribin chin chan..
te convertiste en el lame bolas oficial de animal collective en córdoba. y no por la reseña, sino por la foto a4 de panda bear en bolas que imprimiste. yo estaba ahí, no podés negarlo (?)

lala ~ dijo...

entendería totalmente si no le encontrás una puta conexión a lo que intenté decir con lo que escribiste vos. me asustaría si pasara lo contrario (?), si querés un día lo conversamos, por el tema da tela que cortar (???).

Anónimo dijo...

que quede registrado humildemente aqui que tus firmas son de las que mas disfruto. no es porque son puros halagos eh? no no no, nada que ver.

"fuck me kapranos" jajajajjajaja yo lo grito, me arriesgo y si accede.... ya fue.. (?)

Esquimal dijo...

Cuando miremos hacia atrás se verá claramente que éste grupo es el que define a toda la música de una década.
Saludos.
Gran blog.

txarls dijo...

Seguí a pies juntillas tú recomendación de hace unos días y me hice con él.Una maravilla,sin duda.Mil gracias.
Ah! mañana voy a ver en directo a The Dodos e intentaré comentar el concierto en mí blog,ya echarás un ojo,que sé que son de tú agrado.
Un saludo,maestro.

Viqui dijo...

Agggg me pone loca que no se pueda escuchar :(

el guille dijo...

excelente trabajo!! muy buen blog...
siga asi, siga!
saludos
G.

Anónimo dijo...

animal collective y el metatexto:

Adorno dijo (entre tantas estupideces elitistas y arias) que la musica es la forma escrita de la historia. Y ya sabemos que hablar de animal collective es hablar de nuestra generación y es hablar tambien, sobre las formas en las que hoy se escribe nuestra historia a partir de la musica como legado, como texto.
Asiq te felicito no solo por el escrito -siempre tan claro y bonito-, sino tambien porq estas escribiendo sobre una musica y un arte que son los textos mas bellos de esta epoca y estas ayudando entonces, a que existamos historicamente (y por lo tanto, musicalmente)a través de los animal collective.
Lo tuyo es lo META pais.

(soy la noelia)

NOTENGLISHPERSON dijo...

Que genial banda animal collective.
excelente reseña
Saludos!
NOTENGLISHPEOPLE
http://www.myspace.com/nepspace

javi dijo...

aplausos de pie para la nota!!!
no voy a ocultarte que terminando de leer las ultimas 2 oraciones me emocione casi hasta las lagrimas...la frase no hay palabras para explicar lo que es animal collective quedo obsoleta...preguntale a juanma... sos un maestro!!!!

LU.cilu dijo...

un año más que se termina y fue acompañado por bandas como animal collective (que llego para quedarse)... me es inevitable comentarte que coincido completamente con lala en eso del acontecimiento! un acontecimiento que me hace acordar que son posibles las cosas que queremos... (más allá de la musica, bovio) son posibles nuevas formas de deconstruir, de transmitir, interpretar, crear... formas más parecidas a nosotros y mas alejadas de lo que ya es hora de alejarse... para mi escuchar fall be kind es acontecer! con vos, con los chicos!... What would i want? sky BESOS PAI! TE QUIERO

lala ~ dijo...

{están todos muy emocionados con la banda. hoy tu blog llorá animal collective. hoy tu blog se viste de verde esperanza, de cara a un 2010 plagado de fauna silvestre(?)}

Free bird dijo...

mmm, no me gusta animal collective...