A veces, también, las apariencias engañan. Por eso, en el intento de mantener artificialmente el instante de novedad, son muchos los artistas que acaban diluyendo su aura de unicidad en gestos de presunto riesgo y autodeterminación que, paradójicamente, terminan siendo previsibles. Por eso, muchas veces, la misión de ser creativo se convierte en un mero parecer. Un supuesto cambio de forma que, en última instancia, se reduce a una expresión superficial y deja trunca la posibilidad siempre latente de ir más allá de lo conocido.
Todo lo que rodeaba la edición del último disco de Arcade Fire era, en este sentido, algo especial. Seis años atrás, los canadienses protagonizaban la última gran revolución del gusto en las siempre confusas fronteras de la música independiente. Su debut Funeral (2004) representaba un quiebre que se consolidaría en el posterior e igualmente importante Neon Bible (2007). No era casual, entonces, que la llegada de su tercer disco generara expectativas obvias en relación a la demostrada capacidad de la banda. Definitivamente, una consecuencia lógica de la contundencia estética construida y sostenida por el grupo en su primer lustro de vida.
Quizás por eso -y con ese preconcepto a cuestas-, el instante inicial de The Suburbs puede llegar a ser una experiencia insuperable. Después del encuentro con las tres primeras canciones, la sensación que gobierna la escucha es, sin dudas, la perplejidad. Y esto gracias a que, probablemente, “The Suburbs”, “Ready To Start” y “Modern Man” sean parte de lo mejor del repertorio de la banda. Cada una de ellas es un momento de singularidad exquisita pero, al mismo tiempo, el sentido de unidad que se percibe es absoluto. Efectivamente, lo que se escucha es una obra en pleno desarrollo. Casi quince minutos de una progresión de emociones y sentidos que, antes que nada, ofrecen un motivo para seguir esperanzados en la música.
Lamentablemente, el límite de ese cuasi estado de ensoñación está más próximo a lo deseado. La cuarta canción, “Rococo”, mantiene en alto la expectativa generada desde el minuto cero, sin embargo, aquella sensación inicial cambia a partir de un final en falso que desemboca abruptamente en “Empty Room”. De ahí en más, todo tiende a enrarecerse gracias a una serie de momentos que se perciben como algo ya vivido, y la “novedad” comienza a apagarse lentamente. Como resultado, canciones de una factura notable como “We Use To Wait” o “Month Of May” se pierden entre vastos momentos en los que la creatividad parece quedar reducida a una simple mímesis. Lo que se escucha es, ahora, algo conocido y no algo por conocer. Una referencia ineludible al propio pasado de la banda.
De todas formas, a pesar de incurrir en gestos repetidos y visiblemente efectivos en otro momento, The Suburbs está lejos de ser la continuación de ese brillante camino andado a lo largo de la década pasada. A diferencia de sus predecesores, este tercer álbum carece de una identidad que recorra la totalidad de sus canciones y no logra transmitir esa sensación de plenitud -ese algo más- que emanan tanto Funeral como Neon Bible desde un principio. Por el contrario, todo termina siendo un ejercicio extenuante en el que la épica propia de la banda queda empantanada en reminiscencias involuntarias a U2 (el riff y la intención vocal de “Half Light II”) o al Coldplay de Viva La Vida (“City With No Children”). Como si Arcade Fire nunca hubiera sido Arcade Fire por derecho propio. Como si su historia musical no fuera tal.
Así, The Suburbs toma la forma de un disco que se pierde en sus propias intenciones. El sonido de las primeras canciones -directo/compacto/áspero- muestra la capacidad de la banda para abrazar nuevos procedimientos y reestructurar su sonido en función de estos recursos. Sin embargo, nunca queda clara la dirección elegida y la coherencia de los momentos iniciales -nunca tan contundentes, nunca tan eficaces- parece resquebrajarse poco a poco, con el paso de las canciones. Así, la esperanza de escuchar un disco absolutamente nuevo se disipa en incontables referencias a Funeral o Neon Bible que, en este punto, resultan absurdas e innecesarias porque no parecieran ser (ni son) la única salida posible para una banda como Arcade Fire. Lo que se escucha es, finalmente, más de lo mismo. Y eso no es poco.
Punto. Seguramente, si este álbum no estuviera firmado por Arcade Fire, las conclusiones no serían tan tajantes. Probablemente se hablaría de un disco disperso, con altibajos, pero con una cuota de riesgo que hace necesaria su justificación. Pero no. Arcade Fire es, junto a Radiohead y Animal Collective, una de las pocas bandas capaces de definir la música de una década -la pasada- en sus propios términos. Por ende, lo que muchos esperamos de ellos es la reinvención y el desafío, la ductilidad y el compromiso. En definitiva, el sostenimiento de un espíritu singular y la defensa de una idea de música asociada a la libertad. Una música que constantemente busca el camino de lo desconocido.
6 comentarios:
me generó mucha tristeza leer la nota y pensar "oh, tal cual".. porque es tal cual, había cosas que yo ya había pensado. es verdad que si no fuera arcade fire no estaría tan decepcionada (porque vamos, me gustan discos peores (?)).. pero dale, qué te pasó win?
igual creo que tenés toda la razón con lo del excelente comienzo (y creo que, justamente por eso, te pone peor a medida que pasa el disco). pero de ninguna manera pienso que hayan sido los 3 mejores temas hilados que hizo la banda.. ahí derrapaste un toque (?).
qué copado este compendio de ideas sobre la banda. resume a la perfección lo que sentí y no pude poner en palabras.. otra vez.
Lala, gracias por leer y comentar (como siempre). Ya habíamos hablado un poco sobre esto y evidentemente tenemos más o menos las mismas impresiones sobre la banda y sobre el disco así que mejor nos unimos en este momento de dolor y luto (ah tampoco era para tanto). Igual quería aclararte que no dije que sean los tres mejores temas, simplemente los ubico entre lo mejor de la banda, los pongo en un playlist que haga de ellos, fija. Pero tampoco para rasgarme las vestiduras (?). no sé, vos me entendés
Aguante los redondos (?)
ah bueno, ahora que aclarás te vuelvo a querer (?). volvés a formar parte de mi lista de amigos (de la parte vip, guarda)..
no, posta, ahora me suena más coherente. pensamos igual, somos lo más. te quiero.
aburrido, cuando escriba con pasión (caractéristica de su país), avisele al mundo, hombre, y con gusto me pondre a leer, vale.
Habrá que esperar a ver los vivos de arcade fire, que siempre molaron, a mi me da la sensacion que estas canciones encajan perfectas en sus gigs. Por que os decepcionais, vale madre los puñeteros criticos como tu que nunca llegaran a componer ni cercano a lo que a hecho esta banda. en la música no hay topicos, ni tanta vuelta, no se para que escribes tantas frases puñeteras como si fueses un experimentado en la materia musical. te has puesto a "escuchar" las canciones? jodidas letras hace este tio y nunca tan bien acompañadas con la tanquilidad de este album. pero tu sabes mas que todos, jodidos criticos de medio virtual que luego caen de madres cuando ven los gigs de estos monstruos que lo dejan pequenitos. vale, tu no tienes la culpa, el gillipollas que te ha leido soy yo, me vale madre.
Anónimo, gracias por leer. En primer lugar yo no sé más que nadie ni pretendo hacerlo, sólo escribo lo que YO opino del disco y lo que siento al escucharlo (sí, lo escuché por si tenías algunas dudas). De los shows en vivo de Arcade Fire no hablo porque no he tenido la suerte de ver ninguno pero sin dudas me encantaría poder hacerlo y seguramente -como decís vos- muchas de estas canciones quedarían súper bien en ese contexto. De todas formas, mi intención es entender los discos como auténticas obras de arte (con tópicos, estructuras internas, conceptos, etc) y no como conjuntos de canciones, ese es mi concepto de música y lo defiendo desde lo que siento y vivo. Si te parece que ahí no hay pasión va por tu cuenta, yo por mi parte soy un apasionado de esto, por eso lo sigo haciendo.
Una sola cosa más, la próxima me gustaría que te identificaras, gracias.
El problema es que para este tipo "aburrido/divertido" son categorías para hablar de escritura. Y el placer es bastante más variado que eso. Para mi el problema de esta nota iba por otro lado, se te lee como como sospechaba y te decía los otros días: demasiado cómodo quizás. Los estados del placer son bastante inestables también, hermano, por eso es tan inútil y al mismo tiempo tan maravilloso intentar documentos a la altura de esos presentes. Hay que estar desesperado.
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