Víspera


Tengo hambre.

Estoy esperando la hora del almuerzo con bastante ansiedad. Hoy es un día largo y recién empieza.

Todo pasa demasiado rápido y demasiado lento a la vez. En un par de horas voy a estar ensayando, voy a tener que volver, bañarme, encontrarme con lala, cargar las cosas y caminar hasta el bar donde hoy tocamos con Volleyball. De ante mano parece vertiginoso, pero veo el reloj y en realidad todo transcurre al ritmo que menos me conviene, o eso es lo que creo .

Por lo pronto pienso en las canciones y me pongo contento. Cada vez el sonido se ajusta más y el grupo se asemeja a una unidad. Eso se verá esta noche más detalladamente, de todas formas (y más allá de desperfectos propios de estas ocasiones), mi tranquilidad no pasa por el hecho de que esté todo absolutamente planificado (todo lo contrario), es que en realidad me siento muy cómodo, con un lugar, con una función, eso es lo que, en definitiva, me tranquiliza.

Felizmente no se trata sólo de eufemismos y conjunciones dotadas de un aire positivo que no se traduce como tal en el plano de lo real. Para nada. Es sólo un estado emocional, es sólo una sensación, es simplemente una forma de ver las cosas, es...

...ya es hora de comer.









2 comentarios:

P. dijo...

Le das a lo cotidiano un tono de "relato de pelicula", en tonos claros, iluminados, melódicos, melancólicos, tranquilo. Casi como un vientito en el día soleado. No sé, no sé explicarlo, pero me gusta lo que logras.

Espero que te haya ido genial anoche. Que andes muy bien.

P. dijo...

(quería ver cómo quedaba el post, pero había olvidado que tenías que aceptarlo..)

A este lo podés borrar!